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Bommers y covid19

Quienes nacimos entre el final de la segunda Guerra mundial y 1965 hoy denominados "baby bommers" somos testigos de cambios transcendentales en el planeta. En nuestro corto lapso de vida vimos y usamos desde radios a tubos durante nuestra infancia hasta hoy que los sorprendentes adelantos en nano tecnología que permiten a cada individuo contar con un adminículo con mayor potencia y capacidad de almacenamiento que los computadores que uso el Apolo 11 para llevar a la Luna a los astronautas norteamericanos. Tuvimos una expectativa de vida de 66 años durante nuestra niñez para hoy alcanzar noventa o más años. Fuimos de sociedades cerradas a la globalización mundial con sus virtudes y defectos. Precisamente un elemento minúsculo pudo utilizar los medios disponibles de la globalización para expandirse con gran facilidad por todo el mundo. En Junio del 2020, el mundo está infectado, detenido y asustado, el virus covid afecta además de la salud la economía de cada individuo en más

Covid 19

Un minúsculo virus, un elemento sin vida detiene el mundo, destruye sus economías, genera temor, expone deficiencias sanitarias y amenaza con cambios sustanciales de costumbres, de sistemas políticos y pronostica un reordenamiento del poder en el sector político, comercial e incluso social, tanto en el ámbito nacional como internacional.  Creer que la naturaleza origina este fenómeno es dudoso. Algo oscuro hay detrás. Se escuchan acusaciones sin sustento y debe pasar mucho tiempo antes de tener certeza del verdadero origen de este virus. En nuestro país la situación es terrible, malas decisiones iniciales del gobierno junto a su desconexión respecto al comportamiento e idiosincracia de los peruanos además de un inexplicable calculo político nos ha llevado a una situación crítica de salud y futuro económico.  Estamos en el principio de varios años de incierto pronóstico, negativos, turbulentos y desastrosos. 

Marco Antonio

En los inicios de la década de los ochentas del siglo anterior terminaba mi relación laboral con una empresa dedicada a la fabricación de alimentos balanceados para aves, la quiebra de la misma por errores estrategicos de la gerencia provocó que pierda el trabajo junto a más de cien personas entre obreros y empleados. En mi area las labores diarias no tenían descanso, era normal hacerlo domingos y feriados, en navidad o año nuevo. La actividad era frenética y nos mantenía ocupados por lo menos 18 de las 24 horas de cada día.  la comercialización de aves implicaba visitar a media noche las granjas asociadas para la venta de sus pollos, durante la madrugada la visita a los centros de acopio con el fin de evaluar el mercado, la oferta y demanda como también los resultados de nuestros clientes. De ahí a la oficina para cumplir el respectivo horario, generar el informe diario de ventas, efectuar las cobranzas y preparar la comercialización del siguiente día. Cada 24 horas se repetía esta

Cusco 2018

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Voy a compartir una íntima confesión, la sensibilidad y emoción que hoy puedo sentir ante cotidianas vivencias que considero afectivas, importantes o relevantes afectan mi ecuanimidad al extremo de bloquear mis cuerdas vocales o facilitar el brote de lágrimas sin tener control para detener o soslayar esas reacciones. Es algo novedoso que aparece pocos años atrás después de mas de seis décadas con un comportamiento totalmente opuesto.  Mis padres que nacieron durante los años veinte del siglo pasado recibieron y brindaron una crianza propia de los individuos que crecieron bajo una cultura vertical, impositiva, insolente, autoritaria u ofensiva, las características de esa formación distan tanto de la actual realidad que es casi imposible establecer algún tipo de semejanza con las costumbres hoy vigentes. Entre muchos otras taras llorar no era propio de hombres y la decencia de la mujer estaba ligada con su virginidad. Aprendí a guardar mis emociones y soportar vejaciones qu

Lo bueno, malo y feo

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Con motivo de la llegada del papa Francisco la Avenida brasil está con un reluciente asfalto recién instalado y los sardineles de impecable y brillante color amarillo, tanto la via principal como las laterales para vehículos particulares brindan una agradable sensación de esmerado cuidado como adecuado ornato. Que excelente es ver toda la vía correctamente señalizada con la pintura epoxica de color blanco que distingue los diferentes carriles de acuerdo a modernas normas de seguridad vial. Que bueno es observar los paraderos limpios, sin desmonte, con sus bancas completas, pulcras y barnizadas. En toda la extensión del corredor vial los arbustos tienen un deslumbrante color blanco en la parte inferior y sus ramas podadas en formas armónicas. Que agradable es observar al Coronel Bolognesi brillando en la cumbre del obelisco de la plaza del mismo nombre. Que bueno que podamos contar con una calle y ovalo con tan buena presentación para que el sumo pontífice tenga una excelente primera i

juguetes para todos

Lo digo porque es algo que admito como un asunto íntimo pero creo también que para la gran mayoría de personas es una conducta habitual. Las mujeres y hombres tendemos a poseer bienes superfluos para reflejar una imagen, transmitir el perfíl del triunfo, nuestro orgullo o quizás la satisfacción de contar, dominar y poder expresarnos a través de esos elementos, mostrar nuestra habilidad, provocar sensaciones de envidia o inferioridad en terceros. Habemos algunos sin esos prejuicios o también con verdadera necesidad e íntrinseca pasión por un determinado bien además de la amplitud para compartir esa privacidad con autentica honestidad.  Cuando recién frisamos los primeros años de vida y aún no contamos con ideas propias o definidas vamos por la vida anhelando lo que vemos, escuchamos o inculcan los mayores. Recién al disponer de medios propios podemos adquirir lo que nos apetece, el deseo o afán de los bienes adquiridos se va adaptando a nuestras posibilidades y/o la capacidad de ob

Riley y Elayna

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Al caer la noche lleno mi tiempo buscando información audiovisual en el SmartTv que tenemos en casa, de manera sistemática todos los días repito el mismo acto, como autómata programado acomodo los cojines del sillón de la sala, pongo cigarrillos y fosforos en la mesa lateral y enciendo el aparato sin saber el rumbo donde me llevaran las imágenes cada vez. Siento que es una acción voluntaria, relajada y nutritiva, una distracción que me ilustra y entretiene pero, debo reconocer alcanza visos de manía, Persisto en esta latente predilección porque enriquece mi saber, mis sueños, ideas, proyectos, ilusiones y fantasías. A pesar de la dosis de alienación que implica someterse a los avances tecnológicos de este nuevo siglo sin ningún remordimiento a diario reincido. La invasión del medio audiovisual en nuestras vidas es ahora un hábito asimilado, aceptado y de uso cotidiano, empezó a mediados del siglo XX como un sano entretenimiento familiar con la televisión y hoy esta presente en la vi